Por Janie Beck Kreider
NORTH NEWTON, Kansas (Iglesia Menonita de EE. UU.) – La junta ejecutiva de la Iglesia Menonita de EE. UU. se reunió en la oficina del Comité Central Menonita (CCM) de Central States del 10 al 12 de noviembre para planificar la asamblea de delegados 2017 en Orlando y evaluar el rol de la junta frente a una iglesia cambiante.
Se reúnen el Concilio Racial/Étnico y la junta ejecutiva
El día de apertura de las reuniones, el Concilio Racial/Étnico se reunió con la junta ejecutiva (JE) por primera vez en su historia para abordar cuestiones de poder y autoridad en la iglesia. El Concilio Racial/Étnico (REC, por sus siglas en inglés) incluye a representantes de la Asociación Menonita Afroamericana, Ministerios Menonitas Indígenas, la Iglesia Menonita Hispana, Ministerios Menonitas Asiáticos, la Asociación Menonita Indonesia y la Asociación de Misiones Africanas, Beliceñas y Caribeñas. El REC se reúne una vez al año y funciona para mantener a las personas de color de la Iglesia Menonita de EE. UU. conectadas entre sí y con la denominación más amplia.
El día comenzó con la participación conjunta del ejercicio interactivo de CCM denominado “La pérdida de la Isla de la Tortuga”, que aborda la historia de violencia y opresión sufridas por los indígenas americanos por parte del gobierno de Estados Unidos y el rol de la iglesia en la creación y perpetuación de la doctrina del descubrimiento. Dicha actividad abrió una conversación extensa acerca de cómo funciona el poder en la Iglesia Menonita de EE. UU. en la actualidad. (Ver la barra lateral.)
“Podemos ser ciegos al poder que tenemos”, dijo Jim Caskey, miembro de la JE, de Goshen, Indiana. “Y es realmente importante que abordemos la pregunta sobre qué poder informal reconocemos. Tenemos que comenzar a nombrar algunas de estas cosas”.
Llegado el final de la reunión, la JE había designado un grupo de trabajo que determinará los pasos siguientes para continuar esta conversación. Leslie Francisco, David Boshart y Joy Sutter acordaron afrontar esta tarea utilizando el modelo de The Powercube para nombrar y analizar cómo el poder oculto e invisible atraviesa las estructuras denominacionales. Iris de Leόn-Hartshorn, directora del trabajo transformativo por la paz para la Iglesia Menonita de EE. UU., acordó presentar la estructura de The Powercube a toda la JE en el encuentro de primavera.
Femi Fatunmbi, moderador de la Conferencia Menonita de Pacific Southwest (PSMC, por sus siglas en inglés) y miembro del REC, planteó a la JE las preocupaciones de las personas de color en su conferencia respecto a una iniciativa reestructurante en desarrollo impulsada por líderes de conferencia blancos. Según Fatunmbi, las voces de los líderes de color estuvieron casi totalmente ausentes en la reunión de junta en la que se tomó la decisión final, y los líderes de conferencia blancos no consideraron las dinámicas históricas en juego y las diferencias culturales que impactarían el resultado de la iniciativa. Fatunmbi señaló que los líderes de color respondieron con “frustración y enojo”.
“Llevará mucho tiempo reparar algunas de estas relaciones”, agregó Fatunmbi.
El REC informó sus planes de ponerse a disposición de las conferencias como órgano consultor en los momentos de cambios o de toma de decisiones importantes que influyan a las personas de color, con el fin de capacitar a los líderes para que sean “proactivos en lugar de reactivos” respecto a la competencia antirracista e intercultural.
“Si vas a involucrarte en relaciones con personas raciales/étnicas necesitas salir y averiguar cómo funcionan”, dice Tina Begay, de Bloomfield, Nuevo México, miembro de la JE y del REC. “Yo soy líder en mi iglesia y soy respetada. Sin embargo, cuando vengo aquí me siento tan inadecuada y pienso que otros grupos también sienten lo mismo”. Ella compartió que aun después de pertenecer a la JE por los últimos ocho años, todavía se siente como una extraña. “Tenemos que prestar atención para averiguar por qué será”.
Un nuevo plan para Orlando 2017
Glen Guyton, director ejecutivo y director de Planeamiento de Convenciones para la Iglesia Menonita de EE. UU., planteó para Orlando 2017, una nueva propuesta para un proceso en plenario en reemplazo de la asamblea de delegados tradicional, en la cual las personas reunidas generarían la agenda.
Según Guyton, este es un proceso para “reunir una masa crucial de personas, no para organizar el plan completo, sino para involucrar a los planificadores”. Algunas preguntas claves para considerar son: “¿Cómo queremos ser reconocidos como denominación?” y “¿Cómo se ve el futuro de la iglesia?”.
“Es tiempo de revisar el Plan con Propósito, y este proceso en plenario es una manera de hacerlo”, dijo Patty Shelley, moderadora de la JE.
El proceso incluiría lo siguiente:
- Entre los participantes se incluirían delegados de las congregaciones y conferencias e “interesados claves” adicionales de agencias y grupos con menos representación.
- Es un proceso transparente en el cual el poder se achata o equilibra; los resultados serán generados por las personas presentes en la sala, no predeterminados o influenciados por aquellos que ya forman parte del liderazgo.
- Un equipo diverso de planeamiento dará forma al proceso y ayudará a determinar la combinación adecuada de interesados.
- Un facilitador experto será contratado para ayudar a dar forma al proceso, asistido por un equipo diverso de diseño del proceso.
- El mejor resultado sería incrementar la confianza y el compromiso de un grupo grande de personas de toda la iglesia al abrir la oportunidad de hablar y moldear el futuro de la denominación.
- El Concilio de Gobierno (conformado por líderes denominacionales y de agencias) se apropiarían del proceso, no por llevar el liderazgo del mismo, sino por moldear su planeamiento estratégico basándose en los resultados de la reunión.
La JE aprobó la propuesta de manera unánime y entusiasta, a la vez que planteó preguntas acerca de si este plan está contemplado por el presupuesto, si el facilitador puede mantener una mirada objetiva, quién toma las decisiones sobre quién participa del plantel, cómo lograr que participen las personas que deben hacerlo y si los líderes denominacionales y de agencias estarán “dispuestos a recibir lo que escuchan y dispuestos a cambiar basándose en lo que escuchan”.
“El hecho de estar dispuesto a cambiar no lo decido yo”, dijo Guyton. “Lo deciden nuestros líderes”.
Los miembros de la JE también enfatizaron la importancia de comunicar este proceso clara y ampliamente de una “manera convincente… para que las personas derriben las puertas para venir y participar”.
Lineamientos para las resoluciones
Además del proceso en plenario, se precisará cierto trabajo al estilo tradicional por parte de los delegados para aceptar oficialmente el proceso y considerar una revisión de la resolución sobre Israel/Palestina, debatida por delegados en la convención de la ciudad de Kansas en el 2015.
No todos los miembros de la JE estuvieron de acuerdo con que plantear esta resolución a la asamblea de delegados sea lo mejor para la iglesia, a la luz de la decisión de comprometerse completamente con un nuevo proceso. Algunos expresaron su preocupación de que podría “socavar el espíritu generado por el proceso en plenario y una nueva forma de avanzar de la iglesia”. Se dedicó tiempo significativo al debate en cuanto a si la resolución presentaría controversias y crearía un “dinámica no beneficiosa de ganar y perder”. Sin embargo, otros miembros de la JE sintieron que el proceso vigoroso de revisión producía una “resolución mucho mejor”, que “representa con mayor fidelidad la voz de la iglesia” y que la JE está “obligada legalmente” por los delegados a plantear la revisión de la resolución para la votación.
Al final, la JE tomó la decisión de “plantear la resolución sobre Israel/Palestina a los delegados, pero se considerará cuidadosamente cómo hacerlo”. Nueve miembros votaron que sí, mientras que cinco no estuvieron seguros.
La JE también aprobó la propuesta de designar un comité permanente de resoluciones que considerará las resoluciones durante el bienio. El comité podría decidir subir algunas resoluciones a Internet para recibir comentarios de la iglesia, para ampliar de esta manera el compromiso más allá de los delegados, alentando períodos más largos de procesamiento con oportunidades de capacitación y desarrollar resoluciones más fuertes basadas en los comentarios recibidos.
Además, la JE hizo una moción de designar un equipo de monitoreo del antirracismo para el proceso de la asamblea de delegados en Orlando.
Al final de la reunión, Springer comentó el tono enérgico de la conversación. “Esta reunión se siente tan diferente, y quiero expresar mi afirmación por el proceso en plenario”, dijo. “Me sentí como en mis primeras reuniones como miembro de la junta, cuando me iba energizada”.
Cambios en la junta
La JE conversó sobre la clarificación de su rol: un rol de visión hacia el futuro en lugar de regulación; brindar supervisión a la iglesia y enfocarse en las cosas que “llevan a la vida en vez de al conflicto”.
David Boshart, moderador electo de la JE, sugirió que la JE avance hacia la “articulación de comprensiones más amplias y a ofrecer más liderazgo de pensamiento a la iglesia”, mientras que “se diferencia a sí misma de la implementación de dichas comprensiones”. Esta dirección recibió aprobación unánime.
“En cierta manera, nos estamos poniendo al tanto con la práctica que ya se está desarrollando”, dijo Caskey. “Estamos diseñando el andamiaje alrededor del modo en que ya funciona en la vida real”.
Sin requerir cambios en los estatutos, la JE tomó la decisión de limitar su número de miembros de 12 a 14, dado el estado económico de la iglesia, pero manteniendo la misma conformación con representantes necesarios de los cuatro grupos étnico/raciales. Acordó alentar al LDC para que en sus designaciones futuras incluya a personas con experiencia en liderazgo de conferencias, así como a miembros más jóvenes de la iglesia.
La junta decidió designar periódicamente a grupos de trabajo para proyectos específicos que aborden tareas de largo plazo o trabajos que sea necesario desarrollar entre una reunión y otra.
Además, la JE:
- Realizó una revisión de Servicios Menonitas de Salud (MHS, por sus siglas en inglés).
- Examinó una auditoría de las finanzas de la JE y evaluó las maneras en que un presupuesto disminuido moldeará los resultados y objetivos en el Plan con Propósito.
- Recibió un informe del proceso de evaluación entre pares del Concilio de Líderes Constituyentes (CLC, por sus siglas en inglés).
- Autorizó al equipo de antirracismo de la JE a responder a las recomendaciones para todas las juntas de agencias enviadas por líderes de Esperanza para el Futuro.
- Aprobó que se realice cada bienio una sesión superpuesta de REC y JE.
Trabajo en adoración
Sam Voth Schrag y Sutter guiaron la oración y el canto durante las reuniones y entregaron papelitos con frases de “Visión: Sanación y Esperanza” a cada miembro de la junta para orar y meditar.
Ciertos oradores invitados brindaron su respuesta a la pregunta: “¿Qué está pidiendo Dios de la Iglesia Menonita de EE. UU.?” Katherine Goerzen, pastora de la Iglesia Menonita Tabor (Newton, Kansas), Tim Sweigart, moderador electo para la Conferencia de South Central, y Heidi Regier Kreider, ministra de conferencia para la Conferencia de Western District, recibieron la invitación a compartir un mensaje.
Goerzen trajo un centro de mesa que describe la última cena a los ojos de un artista de Camerún, enfatizando la diversidad de “la imagen hermosa de Dios que reside en todas las personas”. Goerzen dijo que Jesús y los discípulos “lograron hacerse tiempo para reunirse en medio de la incertidumbre y el temor” y que “en momentos de gran escasez, Dios provee en abundancia”.
# # #
Traducción por Cristina Horst