Por: Javier Márquez
A mí me tocó abordar el 24 de julio un vuelo humanitario desde el aeropuerto JFK de NY hasta El Dorado en Bogotá. Despedía de esa manera mi servicio con los menonitas en el Estado de Pennsylvania como voluntario de MCC. En el aeropuerto descubrí tres interesantes cosas: la primera, cómo mi cuerpo reacciona alborotada y bromistamente en la sala de espera, propinándome sucesivas ansias impostergable de ir al baño; la segunda, un letrero justo en la puerta de entrada al vuelo que era lo último que vería en tierra en el extranjero que decía “People do not take trips, trips take people”; y lo tercero, compartiendo con tantos compatriotas durante horas de espera, equipaje, chequeos médicos y revisión de documentación, la sentencia maravillosa de que mi corazón escogería sin remedio alguno un amor colombiano.
Luego llegué a un tercer piso que dispuso el MCC para que pasara mi cuarentena en una iglesia Menonita ubicada en la localidad de Engativá. Fue una cuarentena habitada por un silencio penetrante que únicamente aumentaba el sonido de mis pasos, de mi respiración y de mis cavilaciones personales. Allí estuve los primeros días de mi regreso a Colombia.
En ese periodo de espera implacable tuve ese golpe de suerte de participar de la reunión de YABS, cuyas siglas traducidas del inglés significan ‘Juventudes Anabautistas’. Una reunión que en otros años era una especie de rumba litúrgica, con un coro mezclado de jóvenes de las diferentes iglesias, presentaciones, oraciones en común y nuevos conocidos. Si fuéramos más tradicionales, se habría dispuesto a la hora de la visita de moliendas de café donde los solteros cristianos habrían presumido sus heredados dotes de cafeteros febriles y su buen pronóstico de una vida cómoda y sin percances según el ritmo de la molienda para las hijas del Señor. Pero como los tiempos son otros, existe la electricidad, y tenemos la tragedia de tomar café instantáneo, en estas reuniones se limitaban a entablar conversaciones y descubrir jóvenes y jovencitas de las otras iglesias anabautistas de la región, un acontecimiento tan fascinante y a la vez hipnotizador que casi todos-as solían, cuando llegaba la hora de los agradecimientos, decir lo mismo como si se tratara de una revelación directa y escrita en letras de molde por el mismo Espíritu Santo: “Lo mejor ha sido conocer que somos más jóvenes anabautistas de los que yo creía”.
Pero ahora, este culto de YABS tuvo que hacerse virtualmente, por medio de la plataforma de ZOOM, que ha hecho la carrera suficiente para entrar en la historia universal de la iglesia como herramienta sagrada, con caritas en cuadritos pequeños, vergüenzas por tener el micrófono encendido (remplazando a las de cabecear en medio de la predicación), y permitiéndole a este encuarentenado que vive en sus 20’s compartir con jóvenes de todo su país, de regiones y culturas diferentes, incluso de países distintos, encontrándose todos para celebrar la hermandad de la fe.
Oscar Suárez, un joven colombiano que tiene años trabajando con los jóvenes menonitas, fue el coordinador de la reunión nacional de YABS que se enmarca desde hace cinco años en la Semana de Fraternidad Anabautista. Además tuvo la oportunidad de participar en la reunión con jóvenes de diferentes países de todos los continentes.
“En YABS puede participar cualquier joven anabautista de todos los países (…) es chévere reunirnos y recordar que en el mundo hay más jóvenes que nos sentimos identificados con el anabautismo a pesar de las muchas diferencias culturales” dice Oscar Suarez.
En un documento compartido por el Congreso Mundial Menonita, donde se describe a la buena manera menonita -que es con muy bonitas fotos- todo este asunto de YABS, en la página 2 aparece la información del tema 2020, se lee: Tema: Propósito: su propósito y el nuestro. Al que podemos de entrada hacerle dos lecturas ligeramente distintas: 1. Su propósito, refiriéndose al propósito de Dios y 2. Su propósito, refiriéndose el de cada quién y el nuestro, referenciando una visión comunitaria y acompañada de la vida, que no se distingue con claridad en la primera manera de leer el título. Juntas maneras son correctas y complementarias.
Además viene con un grupo de preguntas diseñadas para romperle el coco – la cabeza- a cualquiera, por su carácter existencialista pero sobre todo por las ramificaciones prácticas que exigen las respuestas, una de ellas es ¿Qué significa el llamado y cómo se relaciona con el propósito de la vida discutido en la pregunta 2? El problema es que la pregunta 2 es realmente un conjunto de 4 preguntas con un espectro de respuestas muy amplio como para diseñar un proyecto de investigación.
2 Timoteo 1, 6-14, “Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos…”.El texto escogido y estudiado simultáneamente alrededor del mundo fue 2 Timoteo 1, 6-14, “Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos…”. Una participante de la reunión fue Jardely Martínez, joven que ahora trabaja para el MCC en Guatemala, ella nos contó en entrevista, “Poder participar y conocer diferentes sitios amplía mucho cómo ves la fe, cómo vives en la comunidad, cómo ves el cuerpo de Cristo, nuestra labor en la tierra y amplía mucho la perspectiva de Dios. Todos en YABS venimos a la mesa a compartir nuestro plato y a compartir nuestros colores, amores, sabores”.
Otra persona que nos ayudó con sus opiniones fue Nelson Martínez, un joven líder en su comunidad de los Hermanos Menonitas, “Me gusta cómo por medio de estos espacios muestran esa intencionalidad de cruzar puentes, dejar barreras entre las denominaciones, unirnos (…) tanta energía en los y las jóvenes que participaron, recordar cómo Jesús es nuestro centro y así cómo él nos creó como seres relacionales; participar en estos espacios me recuerda las prioridades de la vida de seguir la voluntad de Dios, el servicio a la comunidad y a prender el uno del otro-a”.
En el documento que sacó el Congreso Mundial se anotan algunas peticiones de oración de algunos países, en estos países como Tanzania, India, Malasia, México, Honduras, Colombia, Alemania, Suiza, piden por paz, diálogo, fortalecer la fe, el liderazgo, etc. En la parte de América del Norte se lee: Oremos por las elecciones en los Estados Unidos este año (en noviembre) y para que los cristianos se unifiquen y ya no se dividan a causa de la política.
Así más o menos se vivió la Semana de Fraternidad Anabautista entre el 14 y el 22 de agosto, dejando en su saldo un récord de cocos rotos por todo el mundo con la pregunta sobre el propósito, la pregunta sobre cuál de todas es la pregunta 2 sin la cual no se puede responder la pregunta 4 y fraternidad por libras de café molido.
Para Más Información Sobre MenoTicias puede comunicarse con Marco Güete, Director de Ministerios Hispanos de la Agencia Menonita de Educación Marcog@MennoniteEducation.org