Este artículo forma parte de la serie Siguir a Jesús de la Iglesia Menonita USA.
Glen Guyton es el director ejecutivo de la Iglesia Menonita USA. Es la primera persona de color que ocupa este cargo. Glen tiene casi 30 años de experiencia de liderazgo en la denominación. Se unió al personal de la Junta Ejecutiva de MC USA en 2009 como director de Relaciones Interculturales, y durante los siguientes años de servicio, desempeñó diversas funciones de personal hasta convertirse en director ejecutivo. Glen es licenciado en Administración por la Academia de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos y posee un máster en Educación por la Regent University. Es autor de dos libros: “IDEAL ME: Discovering Your Call in a Cluttered World”, una guía cultural para jóvenes y adultos jóvenes, y “Reawakened, Activate Your Congregation to Spark Lasting Change”, que explora ocho claves para desarrollar las capacidades de las congregaciones para llevar la sanidad y la esperanza a sus comunidades. Es miembro de C3, Hampton, Virginia.
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“Llamó a la multitud con sus discípulos y les dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. – Marcos 8:34
Nuestra sociedad está cada vez más polarizada, las divisiones crecen y la idea misma de comunidad parece amenazada. Los desafíos a los que nos enfrentamos no son exclusivos de la Iglesia Menonita USA; son desafíos a los que se enfrentan todas las comunidades religiosas.
En esta época de cambios, me acuerdo de una frase del libro de Seth Godin “This is Marketing”: “La gente como nosotros hace cosas como esta”. Ese es el núcleo de lo que somos como menonitas. La gente como nosotros -seguidores de Cristo, creyentes en la paz, la comunidad y la reconciliación- hace cosas como ésta: Respondemos a la adversidad con amor, zanjamos las divisiones con comprensión, combatimos el odio con compasión y afrontamos los retos con fe. Es hora de que nosotros, como miembros de MC USA, recordemos quiénes somos en esencia. No se trata de lo que nos divide, sino de lo que hacemos juntos, como pequeños pero poderosos instrumentos de la paz de Dios.
Como menonitas, nuestra historia está repleta de paz. Nuestra paz no es una paz pasiva, sino una paz activa y vibrante que nos llama a la acción. Es una paz que nos obliga a vivir las enseñanzas de Jesús, a cuidar de los marginados, a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y a trabajar por la justicia y la equidad para todos.
Les insto a que recuerden los Compromisos Renovados que surgieron de nuestro proceso “Journey Forward”. Adoptamos los siguientes temas: seguir a Jesús, ser testigos de la paz de Dios y experimentar la transformación. No son sólo palabras, sino las que impulsan nuestras acciones.
Por ejemplo, ante una pandemia mundial, personas como nosotros, menonitas, convertimos los retos en oportunidades para servir. Vimos la devastación, el sufrimiento, y respondimos. Nos unimos para ofrecer a los afectados ayuda, apoyo y consuelo. Lo hicimos no porque tuviéramos que hacerlo, sino porque “la gente como nosotros hace cosas así”.
En una época de desigualdad creciente, hemos tratado de hacer justicia. Hemos alzado nuestras voces contra el racismo sistémico, nos hemos solidarizado con los oprimidos y hemos trabajado para crear comunidades más equitativas. Hacemos estas cosas no porque sean fáciles o populares, sino porque son correctas, porque “la gente como nosotros hace cosas así”.
Frente a la división política y la retórica llena de odio, hemos optado por ser pacificadores. No hemos devuelto el odio con odio, sino que nos hemos esforzado por ser embajadores del amor y la gracia de Cristo. Hemos trabajado para ser un puente entre las divisiones, para fomentar la comprensión y para construir una comunidad basada en el respeto mutuo y el amor. ¿Por qué? Porque “gente como nosotros hace cosas como ésta”.
Nuestro lema para el próximo bienio, “Seguir a Jesús”, nos impulsa a comprometernos de nuevo a vivir estos valores. El papel de MC USA en nuestra sociedad es más crítico que nunca. Nuestro mensaje de paz, amor, comunidad y reconciliación es necesario en este mundo herido.
Hoy, debemos comprometernos de nuevo a vivir estos valores. MC USA tiene un papel vital que desempeñar en nuestra sociedad. Nuestra iglesia histórica de paz es ahora más necesaria que nunca. El mundo necesita nuestro mensaje de paz, amor, comunidad y reconciliación. Pero no podemos limitarnos a predicar estos valores; debemos vivirlos. Lo conseguiremos mediante el duro trabajo de tener paciencia unos a otros, de luchar contra la adversidad y, sobre todo, de mantener la mirada puesta en Jesús. Sólo entonces podremos ganarnos nuestro nombre y nuestra reputación como iglesia histórica de paz, del mismo modo que Jacob se ganó el nombre de Israel (que significa que lucha con Dios).
No tengamos miedo de hacer el trabajo duro. El trabajo de convertir la fe en acción, de defender lo que es justo y de ser fieles a nuestra misión y a nuestra identidad como menonitas.
Recordemos que “gente como nosotros hace cosas como ésta”.
Animémonos sabiendo que no estamos solos en este viaje. Nos tenemos los unos a los otros y, lo que es más importante, nos guía Jesús el Cristo. Juntos, afrontaremos los retos que se nos presenten. Juntos, mantendremos vivo y fuerte el espíritu de MC USA. Emprendamos con valentía el trabajo desafiante. El trabajo de transformar la fe en acción, defendiendo lo que es correcto y siendo fieles a nuestra misión e identidad como menonitas y cristianos Anabautistas. Tenemos un largo camino por delante, y no me cabe duda de que seguiremos estando a la altura de las circunstancias, siempre fieles, siempre comprometidos.