por Javier Márquez
Escucha aquí los podcasts: https://podcasts.apple.com/us/podcast/un-momento-de-anabautismo/id1520394413
En el mes de abril y, ahora, en el mes de mayo en nuestro podcast Un Momento de Anabautismo estuvimos charlando con tres personas increíbles.
Un Momento de Anabautismo es la manera que hemos encontrado para comunicarnos con todos ustedes a partir de otros lenguajes distintos al escrito. En este caso nos escuchan al tiempo que oyen de historias de hermanos y hermanas de nuestras comunidades —la siguiente persona puedes ser vos—, y gozan con ese efecto de familiaridad que produce escuchar aquellas cosas que han tenido que pasar al compararlas con lo personalmente vivido. Aunque también hay episodios nuevos en cada historia, anécdotas que nos dan cuenta de las muchas formas y caminos de la vida.
Primero con Marta Castillo, luego con Marcos Acosta y ahora con Fernando Pérez logramos conocer ese “mosaico” que efectivamente es una figura como Dios, porque tiene muchas formas y colores.
Reseña
En este artículo haremos una breve reseña de dos de ellos, Marta y Fernando, porque con Marcos ya nos hemos detenido en este medio en diferentes momentos para darle su apropiado espacio.
En el caso de Marta y su forma de comprender la fe a partir de sus experiencias personales multiculturales: Tailandia, Indonesia, Estados Unidos, Colombia. La forma más fácil de masticarlo fue emprendiendo el viaje gastronómico, a la vez que entendíamos cómo la vida en comunidad y la vida espiritual es lo más parecido a una vida que trasciende fronteras de todo tipo: culturales, geográficas, lingüísticas, teológicas, gastronómicas, históricas y un largo etc.
Este fue un episodio especial porque Marta Castillo se atrevió a hablar en español (su tercer idioma) y, a pesar de que fue un desafío, terminó haciéndolo de la mejor manera. Pienso yo que si de algo nos tiene que servir el podcast, junto a tener un tiempo de anabautismo, es en generarnos al final buenas interrogantes que nos lleven a reflexionar. En nuestra conversación con Marta surgen las preguntas de ¿Cuánto la iglesia está esforzándose para vivir una fe más allá de las perspectivas personales o culturales propias? ¿Vemos la riqueza en las otras formas de entender y acercarse a Dios y que no son necesariamente iguales a las mías?
En el segundo caso, con Fernando Pérez, mexicano y pastor por bastantes años en compañía de su esposa Rebeca Torres, tuvimos un momento de inmensa inspiración, cuando al inicio del episodio nos respondió la pregunta sobre ¿qué debería tener aquella charla para ser efectivamente un
Momento de Anabautismo?, se desvió por una enumeración de los principios del anabautismo. Pero luego, con el desarrollo de la charla en la manera que nos contaba con toda su sencillez de espíritu y su ávida animosidad, fuimos aterrizando la respuesta. Lo digo porque fue muy inspirador y de un aprendizaje rico sobre la praxis de la fe y la práctica anabautista.
Él, junto a su esposa, ahora buscan cómo hacer comunidad en el Estado de Morelos, pero no se acercan con el típico proselitismo a las personas, sino que se interesan más que otra cosa en ser comunidad y en hacer parte de la comunidad. Además, es valioso cómo él nos llama a no olvidar la sensibilidad por las personas, al tiempo que nos explica en qué consiste su servicio con las personas que buscan desaparecidos y con los migrantes.
Nos ha dicho: «el evangelio no puede ser chantaje», refiriéndose a que no debemos servir ni ayudar bajo la condición de que las personas acepten la fe cristiana, sino que el amor y la acción deben siempre estar en la cotidianidad de nuestras vidas hacia nuestro prójimo.
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