Por Laurie Oswald Robinson
NEWTON, Kansas (Red Menonita de Misión) — Cuando las mujeres latinoamericanas buscaron un libro de devocionales anabautista escrito por mujeres y en idioma español no pudieron encontrar uno. Aunque la pandemia del COVID-19 detuvo el mundo, no detuvo la capacidad de resiliencia de estas mujeres que, en lugar de solamente desear que las cosas fueran diferentes, rápidamente crearon el recurso por sí mismas en 10 meses. Ricas en pasión y dones, siguieron adelante sin financiamiento.
Con inmensa fe durante un momento difícil, el Movimiento de Mujeres Anabautistas Haciendo Teología desde América Latina (MTAL) creó un libro de devocionales diarios para el 2021. No tenían una editorial, ni una fuente de financiamiento inicial o un precedente de mujeres latinoamericanas laicas que escribieran sobre cómo Dios obra en sus vidas cotidianas desde una perspectiva menonita/anabautista.
En correos electrónicos y entrevistas recientes, las mujeres compartieron su alegría con Linda Shelly, directora de la Red Menonita de Misión para América Latina, quien está profundamente comprometida con el MTAL. Dos de las integrantes del equipo que desarrollaron la propuesta son Ruhama Pedroza, de México, e Isabel Salamone, de Argentina.
“Una amiga me preguntó si conocía algún libro devocional latinoamericano escrito por mujeres anabautistas para mujeres”, Pedroza escribió. “Compartí la pregunta en un grupo WhatsApp de MTAL y al saber que nadie tenía conocimiento de este tipo de libro, nos pusimos de acuerdo en escribir uno.”
Salamone escribió, “Algo que parecía lejano casi imposible se concretó creo yo, porque era acorde a la voluntad de Dios y porque se pudieron superar los egos personales, fue así como nos dispusimos a trabajar entusiastas, ofreciendo nuestros dones, sin reserva, sin especular quien ponía más”.
Llansee Dueñas, de Honduras/Guatemala y Karen Flores, de Honduras, también fueron parte del equipo que elaboró y presentó la propuesta de un libro de devocionales a la Comisión de Educación y Materiales del MTAL, coordinada por Olga Piedrasanta, de Guatemala. La propuesta incluía un tema para cada mes y un enfoque para cada semana. Enero comienza con el tema “Vivir los valores del reino desde la perspectiva anabautista menonita” y diciembre concluye con “Adviento” como tema general.
“A pesar de la pandemia, del aislamiento, y rodeada de tantas tristes noticias, me llegó como un bálsamo de esperanza el ocuparme de coordinar en el Cono Sur este proyecto y además poder ser una de las escritoras”, dijo Ester Bornes de Argentina.
Para muchas de las mujeres planificadoras, escritoras y diseñadoras, esta fue su primera experiencia creando un libro. Beatriz Méndez de Cuba había soñado durante mucho tiempo con participar en algo parecido. “¡Un sueño hecho realidad! Hubiera querido que el mundo supiera que Dios responde a nuestras oraciones. Le pedí al Espíritu Santo que solo quería ser un canal de bendiciones para cientos de mujeres que leerían diariamente esas reflexiones.”
Aunque el formato digital es muy útil, no es accesible para todas las personas. Las mujeres del MTAL en algunos países, imprimieron copias para mujeres que no tienen acceso digital. Karen Flores imprimió copias en su casa con su propia impresora. “Sentí el llamado de Dios de entregar las impresiones rápido, que se distribuyeran en diferentes lugares de Honduras, al menor costo posible,” dijo Flores. “Con la ayuda de mi mamá y mi papá, logré entregar 105 devocionales en 14 días; continuando con la labor de impresión y de compaginación, por varios días más”. Un mes después de comenzar a usar el libro devocional, Llansee Dueñas dijo “Desde mi propia experiencia fue un estado liberador poder colaborar para un libro devocional lleno de la realidad actual que vivimos las mujeres latinoamericanas. Acompañado de alegría de comentarios de mujeres jóvenes que se han sentido identificadas y escuchadas. Entre otras que han tomado este libro como práctico y realista. Nos ha motivado a acompañarnos y hacer visible nuestras propias vivencias”.
Ejemplo de un devocional, 7 de enero de 2021
Escrito por Magdalena Vieyra, Iglesia Anabautista Menonita de Buenos Aires, Argentina
PASAJE BIBLICO: Miren cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía. Salmo 133:1 (NBLH)
Comunidad: espacio para crecer en los valores del Reino
DEVOCIONAL
Armonía es una de mis palabras favoritas: implica diversidad, belleza y equilibrio. En música, la armonía surge cuando hay acordes diferentes combinados de cierta manera. ¡Qué aburrida sería la música si todas las canciones fueran de una sola nota! Así como no hay armonía sin diferencias, tampoco hay comunidad sin diversidad de personas. Proponernos habitar en armonía como invita el salmo, tiene de bello lo que tiene de complicado. ¿Acaso existe un espacio familiar, de trabajo, de compartir la fe, o de servicio donde no aparezcan diferencias? No lo creo. Es imposible ocultar la diversidad, porque así nos creó Dios. Las diferencias pueden generarnos grandes tensiones y frustraciones que nos lleven a sentir el deseo de imponernos, de dudar de las intenciones de otras personas, de renunciar al compromiso de la comunidad.
Consulté a una amiga música qué entendía ella por “armonía musical” y resumió: “buscar la armonía, es administrar las tensiones que surgen de combinar las distintas notas en la búsqueda de algo profundo y bello”. Cómo en la música, la comunidad será un espacio armonioso siempre y cuando encontremos la forma de administrar las tensiones. Cuando vivo esas tensiones intento superarlas pensando que en nuestras diferencias hay potencial de belleza para el espacio que compartimos, y que se trata de aprender a combinarlas. En la combinación de personalidades, talentos, miradas y experiencias, habrá que encontrar la forma correcta de tratarnos. A un amigo le gusta decir, el Reino de Dios, es tratarnos bien.
Oremos: Que podamos crecer en amor y estar unidos en perfecta armonía.
Nota: Grupos de WhatsApp y Facebook proveen un foro para reflexiones sobre los devocionales. En un grupo, Blanca Recinos de Honduras respondió, “Gracias por el devocional de este día, que contiene la invitación a deleitarnos en la unidad armónica dentro de la diversidad. Es indudable que este llamado contiene un gran desafío pues se trata de habitar juntos. Si valoramos que el verbo indica compartir espacio y tiempo, puede ayudarnos a reflexionar sobre las relaciones permanentes que establecemos en nuestra cotidianidad, las que deben estar cimentadas en el amor que es como escribe el apóstol Pablo, el vínculo perfecto.”