Por Javier Márquez y Violeta Ajquejay Suastegui
¿Qué pensarían unos años atrás las personas de Kansas, los ganaderos de la época, o cualquier ciudadano con un sentido del humor floreciente y una creatividad alegre, si en aquellos días se hubiese leído titulares de prensa como los siguientes: “1.000 burritos son transportados del sotano de una iglesia menonita en ascensor”, o “1.000 burritos pasan la noche en dos neveras industriales”, o “La Iglesia Menonita pide a los olvidadizos que por favor no dejen abandonados sus burritos en la cocina”, o este, que es uno de mis favoritos, “Muchos de los 1.000 burritos mexicanos que se cuidan en la ciudad de Newton, Kansas, están ordenados para el día de Acción de Gracias (Thanksgiving)”?
Una deducción personal sobre este último es que estaríamos de acuerdo todos que esta noticia no abriría algún conflicto de industrias de niveles internacionales, porque tarde o temprano, todos los latinos entendemos que el “turkey” no es de Turquía, y por lo tanto, la industria mexicana no estaría comprometiendo ningún negocio turco ubicado con solvencia y arraigo en las mesas norteamericanas para el día de Acción de Gracias.
De todos modos, estoy seguro que habría sido una noticia sensacionalista capaz de atraer a más de un curioso con el deseo de husmear lo que estaría sucediendo en el templo de First Mennonite Church de Newton, con eso de la manada de burritos de nacionalidad mexicana.
A pesar de que estos titulares, siendo leídos por mentes contemporáneas, no lograrían la fuerza imaginativa y emocionante que definitivamente sí habrían logrado en algún pasado remoto, no dejan de anunciar una historia igualmente sorprendente.
Nadie habría chismoseando en un café “¿Oíste que en una iglesia tienen amontonados 1.000 burritos de procedencia mexicana en un par de refrigeradores que deben tener el tamaño cada uno de una cancha de béisbol?”. Pero sí se oyen comentarios como: “La generosidad de las personas de esta ciudad es increíble, porque siguen donando y ayudando con la educación de muchas personas a pesar de que el palo no está pa´ cuchara- o sea, la situación de la pandemia es una perfecta justificación para abstenerse de colaborar-“.
En resumenn eso es lo que sucedió. El IBA – Instituto Bíblico Anabautista, se atrevió a convocar por octava vez a una ola de donantes y ayudas, importantes para su labor de preparación teológica de anabautistas latinos que no tienen los recursos necesarios para costearse una educación de este tipo, asumiendo que la respuesta no sería muy positiva en medio de la pandemia y la crisis económica, pero se llevó una sabrosa sorpresa.
La historia
Esto empezó hace ocho años, en los días de noviembre, a propósito de su aniversario número 25, se organizó como una comida comunitaria donde hermanos y hermanas de la iglesia Menonita Casa Betania y de First Mennonite Church de Newton, se unieron para ayudarle a IBA a llevar a cabo este evento. Gente de la comunidad y también de comunidades vecinas se acercaron a compartir la cena y gozar de un buen compañerismo aportando a la causa de IBA con una donación. Luego fueron las mismas voces de los comensales que para el año siguiente pidieron la repetición del evento y así, hasta este año que nos sorprendió a todos la pandemia.
Se planeó cocinar burritos mexicanos y desde agosto Violeta Ajquejay Suastegui, quien invierte sus horas trabajando para IBA, comenzó a escribir cartas anunciando el evento e invitando a donar. El plan era sencillo, como esta vez era imposible una comida en presencia, entonces se procedería a realizar ordenes de media y una docena de burritos y se organizaría la hora de entrega. La lluvia de peticiones los tomó por sorpresa, para el 16 de octubre estaban comprometidos con la entrega de más de 1.000 burritos.
Peligran los burritos por falta de fríjoles en la dieta
Otro de los protagonistas fue Carlos Lujano, chef mexicano contratado para cocinar los burritos. Como las peticiones fueron progresivas, cuando empezó a cocinar con un número estimado de peticiones y los números de medias docenas y docenas ordenadas excedieron sus cálculos, tuvo que lidiar rápidamente con el problema de quedarse sin la carne de cerdo y de pollo necesaria.
El no tener fríjoles – frijóles- suficientes para los burritos mexicanos, en términos gastronómicos, es tan grave como preparar café sin antes tostar el grano. El no tener fríjoles – frijóles- suficientes para los burritos mexicanos, en términos gastronómicos, es tan grave como preparar café sin antes tostar el grano. También la orden de burritos vegetarianos sobrepasó las 100 unidades, algo inédito y que causó asombro, a pesar que, si lo vemos así, todos los burritos en el mundo mantienen una dieta vegetariana. Pero el problema mayor fue que los fríjoles –o frijóles- que se habían cocinado se acabaron cuando el número de órdenes excedió todas las estimaciones. El no tener fríjoles – frijóles- suficientes para los burritos mexicanos, en términos gastronómicos, es tan grave como preparar café sin antes tostar el grano.
Además nunca han faltado; y yo tengo mis razones para pensar, así me contradiga la historia, que incluso llevaba fríjoles –frijóles-, el burrito donde María y José transportaron hacia Egipto al recién nacido niño Jesús. En pocas palabras, por un momento peligraron los burritos por falta de frijóles –cederé- en la dieta.
El trabajo diligente de Carlos, en compañía de la pastora Graciela y un grupo de hermanos y hermanas voluntarios de la iglesia Menonita Casa Betania, y de Linda Shelly, directora para América Latina de la Red Menonita de Misiones, lidió con el problema. Entonces crearon una cadena de producción que empezaba desde la compra de la comida requerida, la preparación, el empaque y concluía con la entrega. Cuya sede principal fue la iglesia First Mennonite Church of Newton.
¿Por qué lado sale la oreja de un pocillo?
Hablando para este medio sobre su experiencia, la pastora texana Graciela Tijerina, nos contó que aprendió algo que aún me tiene desconcertado. El chef Carlos Lujano le explicó que todas las tortillas tienen un lado derecho y que para enrollar los burros eso debe tenerse bastante en cuenta. Me parece que ese es un enigma tan misterioso como lo sería hallarle la parte de arriba a un balón de fútbol o por qué lado sale la oreja de un pocillo, sea cual sea, lo seguro es que la clave del acertijo la tienen los mexicanos. Pero quienes no sabemos mucho de esta maravillosa gastronomía, propongo, que podríamos solucionarlo a la manera en que se resolvió que América estaría al occidente del mundo a pesar de que en la India nos encontramos en la dirección en la que se duerme el sol.
Un thanksgiving sin turkey
Este año en algunos hogares de la ciudad de Newton, Estado de Kansas, dejarán por vez primera de poner sobre la mesa Turkey y en su lugar servirán burritos mexicanos, para celebrar Thanksgiving, que es una de las celebraciones más importantes en los Estados Unidos.
La historia de peregrinaje fue la siguiente: desde la gastronomía Mexicana hacia las manos del chef Carlos, aquí con la compañía y colaboración de los voluntarios; terminada la tarea de la cocina los 1.000 burritos fueron guardados en las neveras del “Basement” de la iglesia, y desde aquí se ha dividido la historia, los burritos fueron transportados en el ascensor para que los recogieran en la iglesia por sus dueños, desde el carro, otros fueron llevados por personas como Violeta, Graciela y Linda.
Debido a la cultura norteamericana de guardar comida en el refrigerador, muchas personas ordenaron varias docenas de burritos para más tarde. Y algunos, quienes habían ordenado desde finales de agosto o septiembre, incluso olvidaron su orden y fueron sorprendidos con los burritos tocando el timbre de su puerta.
Al final todos quedaron contentos, IBA recibió más de 10.000 dólares en donaciones que servirán para el apoyo de más de 100 estudiantes latinos de todo el país, las personas disfrutaron sus burritos e incluso se ahorraron el trabajo de cocinar prontamente para el “Thanksgiving.” MenoTicias, con el relato de esta historia, agradece a todos los donantes y las personas que trabajaron y ayudaron en este importante objetivo. Que Dios y la vida los recompense enormemente.
Esquirla: A esta altura me pregunto qué revuelo habría causado un titular como el siguiente: “Mil burritos cruzan la frontera con México y se dirigen en caravana hacia el Estado de Kansas, dicen los rumores que muchos de ellos tienen el exclusivo objetivo de reemplazar al Turkey”, sobre todo pensando en tiempos electorales.