por Adriana Celis
Hace aproximadamente 36 años el Instituto Bíblico Anabautista IBA nació para preparar a aquellos pastores y lideres que querían alcanzar el sueño de estudiar teología, pero por diversos motivos no lo podían hacer, ya sea porque fuese demasiado costoso, porque implicaba el desplazamiento a seminarios que se encontraban distantes de sus comunidades, etc. Marco sintió el profundo deseo de ayudar a otras personas, en especial pastores, para que pudieran recibir educación de buena calidad. «un día alguien creyó en mí cuando tenía aspiraciones y sueños por cumplir, ahora yo creo también en otros», nos dice Marco.
Por tal motivo, Marco, fundador de IBA, ha estado comprometido en trabajar por la educación teológica del pueblo hispano.
Preparando el terreno
Hace un mes exactamente que Marco empezó, junto con Sandra su esposa, la preparación para esta caminata desde su querida Sarasota en Florida. Ellos se despertaban muy temprano para caminar sin importar el clima, que algunos días alcanzaba altas temperaturas o llegaban a ser días bañados por la lluvia, ellos continuaron firmes en su preparación para hacer el Camino de Santiago en España.
Marco le propuso matrimonio nuevamente a Sandra y, buen viento y buena mar
El día finalmente arribó. El 17 de mayo salieron rumbo al viejo continente para pasar antes por Lisboa y celebrar con Sandra su aniversario numero 52. En aquella ocasión el 19 de mayo, Marco y Sandra continuaron caminando en un escenario diferente, entre plazas, fontanas y miradores antiguos en la cálida Lisboa. Marco allí le propuso matrimonio nuevamente a Sandra frente al mirador de San Jorge. Los transeúntes fueron testigos de su amor.
Después de aquellos días especiales en Portugal, Marco y Sandra finalmente llegaron a Burgos, España. Una vez allí, procedieron a gestionar sus credenciales de peregrino, el cual lo obtuvieron sin ningún inconveniente. El día 25 de mayo, después de dos años, nos cuenta Sandra que «se convirtió en realidad nuestro sueño planificado: Camino a Santiago de Compostela. Salimos de Burgos temprano, en la mañana, con una temperatura de 46 °F. Llevábamos 5 capas de ropa encima, el frío venía acompañado de mucha brisa. Más, sin embargo, nuestro Dios nos regaló un clima perfecto, nublado todo el tiempo. sin lluvias; mientras el camino fue de cuestas, muy empinado; para bajarlo íbamos bien despacio, nos resbalamos 2 veces, pero no nos caímos; después llegamos al pueblo Hornillos del Camino, que hace honor a su nombre, pues es súper caliente, aunque este día fue la excepción».
En el camino de Santiago de Compostela tuvieron muchas vivencias y buenas memorias para compartir. Entre ellas, dice Marco, «cruzamos por regiones montañosas con clima frío en la mañana y muy calurosas en la tarde; Dios fue bueno y en cada momento vimos su mano amorosa». Fueron muchos los kilómetros caminados, muchos los amaneceres y atardeceres que presenciaron con una actitud motivadora llena de fuerza y de mucho entusiasmo donde disfrutaron de los paisajes, del fuerte verano europeo. También, en el mismo sentido, de muchos amigos que hicieron en el peregrinaje y de muchas risas alrededor de una grata cena. Todo ello con un único objetivo, obtener donaciones para IBA y que muchas más personas puedan alcanzar su sueño de preparase en una educación teológica de alta cálida.
Enfrentando la Covid-19
El día que retornaban finalmente a Estados Unidos Marco dio positivo para COVID. Por tal motivo, tuvo que guardar cuarentena en Madrid hasta que una nueva prueba diera negativo y pudiera retornar de nuevo a casa y encontrarse con su esposa Sandra. Era la primera vez, luego de dos años y medio de pandemia, que se enfrentaba a esta enfermedad, pero de la cual salió más fuerte. Una vez ya en su casa, en Sarasota, Marco nos cuenta que el tiempo en que guardó cuarentena en el hotel, tuvo la oportunidad de reflexionar acerca de su tiempo en el camino, de lo bueno, fiel y maravilloso que Dios ha sido para su vida; del mismo modo, de cuan agradecido está por la generosidad de las personas que donaron para IBA.