por Adriana Celis
Salir a caminar y respirar el aire fresco de la mañana siempre debería ser considerado y apreciado como un regalo que proviene directamente del cielo. Caminando se despeja la mente; mientras se aprecia el paisaje, se pueden tomar las mejores decisiones y también se puede alcanzar propósitos que impactarán la vida de otras personas al caminar. Este año, Marco Güete y su esposa Sandra harán su tercera y última parte del camino de Santiago de Compostela en España. La meta desde que empezaron siempre ha sido: recaudar fondos para el financiamiento de la educación teológica de proyectos como lo son el Instituto Bíblico Anabautista (IBA), el Seminario Bíblico Anabautista Hispano (SeBAH) y la más reciente alianza entre el Seminario Bíblico Anabautista Hispano (SeBAH) y el Seminario Bíblico Menonita Anabautista (AMBS, por sus siglas en inglés).
Para esta oportunidad, Marco y Sandra caminarán alrededor de 260 kilómetros para sobrepasar lo recaudado en las camitas anteriores. Su meta es alcanzar aproximadamente $30.000 dólares que tienen como propósito principal mantener por muchos años más el fondo de becas educativos de los programas de Ministerios Hispanos; para que a través de esto más lideres, lideresas, pastores y pastoras que no tuvieron la oportunidad de acceder a una institución teológica, puedan hacer realidad su sueño de estudiar gracias al apoyo y la generosidad de las donaciones en la expansión del conocimiento de los siervos que trabajan arduamente en la obra de Dios.
Marco Güete, Director de Ministerios Hispanos y de MenoTicias, ha sido un visionario que siempre ha tenido en su corazón, mente y sentimientos el propósito de ayudar, empoderar y capacitar a otras personas: citando sus propias palabras Marco ha sido enfático al expresar:
«Creo en otros y en el potencial que pueden alcanzar en desarrollarse mediante la educación teológica.»
«El poderoso impacto que puede generar en la vida de una persona a impulsarla para que vuele dándole las herramientas necesarias, no solo afirmándola con las palabras adecuadas, sino brindándoles las ayudas afectivas en el momento adecuado. Los tiempos en los cuales vivimos son tiempos para visualizar y creer en que Dios es capaz de hacer lo imposible. Yo creo firmemente en que los siervos de Dios merecen educación de alta calidad al adquirir los conocimientos adecuados que serán transmitidos a otros y así de esta forma todos creceremos en nuestras comunidades, donde al final del día todos nos beneficiamos de ello».
»Un día, afirma Marco, alguien creyó en mi potencial, vio en mi la capacidad de poder crear futuro, ahora yo entrego de lo recibido, porque el conocimiento no debe ser un tesoro para que este guardado, al contrario, este debe salir y generar la tan anhelada transformación que buscamos en la sociedad y en la iglesia, así estamos impactando al mundo».