por Adriana Celis
Desde muy joven, Linda Shelly ha tenido una gran admiración por Latinoamérica y el Caribe. Originaria de Newton Kansas, su pasión por equipar y ayudar comunidades latinoamericanas ha generado en ella un espíritu de nobleza y al mismo tiempo de grandeza. Es miembro de First Mennonite Church y, también, participa activamente en la Iglesia Menonita Casa Betania, ambas iglesias ubicadas en Kansas. Ha trabajado arduamente en crear enlaces que conecten iglesias, pastores y líderes, como una buena discípula de Jesús lo haría. Shelly ha sabido entender que la paz se construye desde la cimentación de principios como la tolerancia y la constante innovación. Ha sido su profundo amor por el servicio misionero y las construcción de paz en Latinoamérica, lo que la ha llevado a terrenos nunca antes soñados.
Linda se describe como una persona alegre, buena conversadora, trabajadora y muy abierta a entender culturas diferentes a la norteamericana. Fue precisamente en los años 80’s que decidió alistar maletas para irse a trabajar como voluntaria ante el Comité Central Menonita (CCM) en países como Honduras y Bolivia.
Allí su llamado se afirmó, ella sabía que quería crear puentes y no muros divisorios: «todos y todas tenemos dones para compartir y las oportunidades para aprender juntos son muy importantes», dice Linda.
Con una carrera excepcional, su educación formal incluye un título en Historia y Ciencias Sociales del Bethel College en North Newton, Kansas; y un máster en Estudios de la Paz del Anabaptist Mennonite Biblical Seminary (Seminario Bíblico Menonita Anabautista) [AMBS].
Es menester mencionar que en marzo de 2002 comenzó a trabajar con la Red Menonita de Misiones en relación con América Latina. Ella se relaciona con obreros y obreras de las iglesias y otras entidades en doce países de América Latina; además, y en el trabajo regional que incluye también a personas de otros países. En la actualidad Linda es administradora regional para América Latina.
Ella ha aprendido a través de su carrera a participar en procesos para abrir espacios más incluyentes para que las mujeres utilicen sus dones en las iglesias y puedan ser activas en los ministerios. Es por ello, que se ha involucrado en el Movimiento de Mujeres Anabautistas haciendo Teología desde América Latina (MTAL). Ser mujer en su trabajo le ha dado muchas oportunidades como animar en la participación de mujeres junto con hombres en el liderazgo de las iglesias y sus convenciones. Ella reitera que todos y todas somos importantes en el Reino de Dios
En el mismo sentido, Linda ratifica la importancia de trabajar por la justicia y la resolución de conflictos dentro de las congregaciones y conferencias como punto de partida, reconociendo tanto que el amor fraternal atrae a las personas, cuando las iglesias aprenden a ser más tolerantes y menos segregantes. Igualmente, resalta Shelly, la importancia para realización de un trabajo de justicia y paz debe tener raíces en la vivencia de la misma iglesia, así se tendrá integridad para poder trabajar a niveles más altos.
«Me impresiona como en la construcción de paz la Iglesia Cristiana Menonita de Colombia (IMCOL) celebra e incentiva el Día Internacional de la Paz con “Pan y Paz”, mostrando con el pan que la justicia social es parte integral de la paz. Esos son actos que hablan más fuerte que las palabras en sí».