La junta ejecutiva presenta pautas para desarrollar resoluciones para Phoenix 2013
(English)
Por Annette Brill Bergstresser
(Iglesia Menonita de EE. UU.)—Luego de recibir opiniones de todos los sectores del cuerpo, la junta ejecutiva de la Iglesia Menonita de EE. UU. (de aquí en adelante, JE) ha incorporado un procedimiento revisado para desarrollar resoluciones y declaraciones de la iglesia en pos de su adopción en las asambleas bienales de delegados de la denominación. Este nuevo procedimiento se aplica a las resoluciones que se propongan para su discusión en la asamblea de delegados de Phoenix 2013, a realizarse en julio.
En la asamblea de Pittsburgh 2011, los delegados confirmaron el “Experimento Pittsburgh”, una propuesta de la JE para separar debates de declaraciones de la iglesia y resoluciones en esa asamblea que favorezcan el uso de un procedimiento de discernimiento conjunto del “plan con propósito” con metas y prioridades a diez años para la iglesia. Parte de la motivación para el experimento fue que en toda la iglesia habían surgido preguntas y dudas sobre el procedimiento utilizado para desarrollar y adoptar las declaraciones de la asamblea y el uso posterior de las mismas.
Richard Thomas, moderador de la Iglesia Menonita de EE. UU., dice: “Luego del Experimento Pittsburgh quisimos diseñar un proceso de discernimiento abierto a todos, basado en el discernimiento bíblico, en los distintos niveles de la iglesia: el local, el de la conferencia y el nacional”.
Con el nuevo procedimiento, cualquier miembro de una congregación de la Iglesia Menonita de EE. UU.—no sólo los delegados para la asamblea—puede proponer resoluciones para su consideración.
Las pautas revisadas ofrecen un marco específico para desarrollar resoluciones, basadas en la visión, la declaración de propósito y el plan con propósito de la denominación. (El Plan con Propósito, elaborado en el 2011, está organizado en torno a siete prioridades para toda la iglesia: formación cristiana, comunidad cristiana, testimonio cristiano integral, mayordomía, capacitación de líderes, deshacer el racismo y fomentar la transformación intercultural, y relaciones entre iglesias.)
Las pautas revisadas también amplían el procedimiento para la presentación de resoluciones y crean espacio para un discernimiento más profundo al incluir al Concilio de Líderes Constituyentes (CLC, por sus siglas en inglés), un gabinete de asesores compuesto por representantes de conferencias regionales y grupos de constituyentes que se reúne en primavera y otoño.
Según Thomas, el ímpetu de las pautas revisadas es el de crecer en la práctica de un fiel discernimiento espiritual.
El dice: “Un importante modelo bíblico para esta nueva forma de discernimiento es lograr una comprensión que ‘nos parezca bien al Espíritu Santo y a nosotros’ (Hechos 15.28)”.
Antes, los delegados pudieron presentar resoluciones ante el comité de resoluciones durante la propia asamblea, y este comité fue el único grupo que estuvo a cargo de discernir cómo proceder. Para la asamblea del 2013, las resoluciones deberá recibirlas el comité de resoluciones al menos cuatro meses antes del inicio de la asamblea de delegados. Si los miembros del comité determinan que una resolución cabe dentro del marco descrito arriba, lo presentarán ante el CLC, el cual discernirá si deben llevarlo ante el cuerpo de delegados y recomendar el porcentaje necesario para adoptarla. El CLC también puede recomendar que una resolución sea tratada en una asamblea posterior si requiere de más tiempo para el discernimiento.
Ervin Stutzman, director ejecutivo de la Iglesia Menonita de EE. UU., dice: “La idea es que si el CLC juzga que se trata de una resolución que no vale la pena adoptar, es probable que no sea sabio emplear tiempo para tratarla en un grupo diez veces mayor”.
De esta manera, el comité de resoluciones trabajará luego con las recomendaciones del CLC—generalmente en interacción con aquellos que presentaron la resolución. El comité establecerá qué resoluciones llevará a la asamblea, preparará una guía de estudio que ayude a las conferencias regionales y las congregaciones en, el estudio y discernimiento previo al encuentro, y distribuirá todos los materiales relacionados entre los delegados.
Existen otros modos de llevar resoluciones a la asamblea de delegados. Las resoluciones propuestas menos de cuatro meses antes de la asamblea requerirán firmas de diez o más de los delegados de al menos tres conferencias regionales, y deben estar aprobadas por la JE. Además, en cualquier momento previo al final de la asamblea de delegados, la JE y el comité de resoluciones pueden proponer resoluciones de acción por separado.
Donna Mast, ministra de la conferencia Allegheny Mennonite, considera que el cambio es un avance.
“Los nuevos procedimientos para las resoluciones nos ayudarán a pensar más cuidadosamente acerca de las resoluciones que elegimos elaborar”, dice. También afirma que “la opinión de las conferencias será mayor al crear resoluciones a través del CLC”.
La JE adoptó las pautas revisadas para el desarrollo de resoluciones en su reunión del 20 al 22 de septiembre en Kansas City, Misuri, y recibió recomendaciones de los miembros del CLC en la reunión de dicho grupo llevada a cabo del 22 al 24 de octubre en Wichita, Kansas. La JE también repartió copias de las pautas a todos los pastores actuales y todos los delegados que participaron de la asamblea del 2011, y publicó el documento en internet para aquellos miembros de la iglesia que deseen presentar una propuesta para su consideración en la asamblea del 2013. (Ver http://mennoniteusa.org/resources/statements-and-resolutions/)
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Traducción: Alex Naula, Zulma Prieto