por Adriana Celis
¿Puede un robot llegar a ser pastor?
Hemos escuchado que la inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma de vivir del ser humano. La IA no solamente es una herramienta que está ayudando a las personas en sus actividades diarias, como la forma de relacionarse con otros seres humanos, de estudiar, trabajar, encontrar ayuda emocional y espiritual, y hasta, por qué no decirlo, conectar con Dios desde la tecnología.
Desde que la IA llegó, el hombre ha simplificado su vida. La evolución de esta tecnología ha llevado a que el mundo también cambie socialmente, pues nadie se imaginó que con el vertiginoso avance tecnológico, la llegada de inversionistas, en este millonario negocio, pudiera cambiar la vida del ser humano.
Evolución de la IA
La IA empezó siendo un experimento donde se buscaba replicar la conducta humana. Al avanzar la investigación e implementación de la IA comenzaron a ser integrados nuevos elementos a esta nueva forma de inteligencia, como por ejemplo el big data, el análisis masivo de datos, el machine learning y los famosos chat box –como es el revolucionario ChatGPT–. Cada uno de ellos ha generado similitudes con el ser humano, como nunca antes vistos, en generación de ideas, imágenes y voz. Ha transformado cada campo de las ciencias sociales y científicas. La humanidad posiblemente nunca se llegó a imaginar, 30 años atrás, los avances tan fuertes que tendría la tecnología como lo está teniendo hoy en día.
Estos cambios actuales no son ajenos a la iglesia y mucho menos a la fe. Hoy en día, son cientos los usuarios que en el mundo usan este tipo de tecnología, incluidas las comunidades cristianas, y muchas veces los chats box están tomando el lugar de líderes o pastores. Por tal razón, resulta oportuno plantearnos ¿un robot podría llegar a ser pastor?, ¿cómo serán las iglesias del futuro?, ¿estarán completamente dominadas por robots, serán artificiales o eclesiásticas?
La IA desde una perspectiva Teológica
Para llegar a contestar los interrogantes anteriormente plasmados es necesario entender si un robot puede llegar a desarrollar sentimientos.
En la actualidad hay robots alimentados por comandos especiales y de machine learning como es el caso de A.N.A., un robot que emula sentimientos similares a los de un ser humano. Este robot fue creado por el ingeniero electrónico y argentino Julián Petrina, quien ha enseñado a A.N.A a experimentar sentimientos y crear arte inspirado en ellos. Entonces si A.N.A puede sentir y crear arte, tal vez no estemos lejos de presenciar en un futuro a corto plazo en donde nos preguntemos si un pastor puede llegar a ser un robot.
La pastora Leticia Cortes “Leti” de la iglesia Menonita Centro de Alabanza de Filadelfia, Pensilvania, y estudiante de posgrado en Teología de SeBAH-AMBS, al respecto nos comenta:
Personalmente creo que un pastor no puede ser reemplazado por la inteligencia artificial, y tampoco que una máquina sea idónea para cumplir este rol. La inteligencia artificial a través de sus múltiples avances puede llegar a generar ideas y solucionar problemas complejos. Pero a pesar de tener las habilidades inspiradas en las mentes más brillantes de este siglo, creo que carece de conciencia y la habilidad de sentir como un ser humano tiene.
El trabajo de un pastor es conectar con las personas en un nivel espiritual y emocional, algo que la tecnología no ha podido lograr hasta el día de hoy. Sin embargo, considero que aunque no podría sustituir a un pastor, podría ser una herramienta y un vínculo para conectar con los adolescentes, ya que es un tema que llama la atención a las nuevas generaciones.”
También preguntamos a varios especialistas en la materia teológica, como es el caso de la Dra. en Teología Zaraí Gonzalía,quien cuenta con estudios en Faculdades EST. Sao Leopoldo, RS – Brasil y asiste a la Iglesia Menonita de Teusaquillo, Bogotá, Colombia, quien nos dice:
Creo que el ser humano lleva en su esencia el ser creativo, como su Creador. Es, por excelencia, un ser innovador; sin embargo, el tiempo nos ha enseñado, y cada vez con más claridad, cómo cada día somos víctimas de nuestros propios inventos. El plástico, los desechables, los electrodomésticos, los electrónicos y los aparatos celulares, entre otros. Estos son muestras de esa gran capacidad creativa positiva pero, a la vez, destructiva que posee el ser humano para consigo mismo.
Considero que la IA es otra arma de doble filo que tiene sus pros y sus contras, y, en definitiva, su beneficio o “maleficio” depende del uso que el propio ser humano haga de ella. Desafortunadamente, al paso vertiginoso que va la tecnología, como otra de las grandes creaciones del mismo ser humano, no es de admirarse que esta venga, en un momento dado, a reemplazar, incluso en las esferas y dinámicas eclesiales, muchas de nuestras actividades y responsabilidades, inclusive, el espacio de las pastoras y pastores de las comunidades presentes y futuras.
Lo que habría que preguntarse es: ¿Qué tipo de comunidades podrán ser aquellas que opten por esta nueva y llamativa opción?
¿Serán comunidades eclesiales o artificiales?
La IA en la iglesia
La profesora Patricia Urueña es colombiana, pedagoga y magister en Teología de la Universidad Bíblica Latinoamericana, de Costa Rica. Actualmente es miembro de Emanuel Mennonite Church, en Gainesville, Florida. Al respecto, nos comparte sus opiniones sobre la IA en la iglesia y su impacto positivo y desafíos.
En el ámbito de la iglesia, podría ser una herramienta en las investigaciones sociológicas, políticas, religiosas, económicas, culturales; pero en cuestiones de la libertad humana, de la ética cristiana, en el quehacer pastoral, en la expresión de los valores del reino, quienes toman las decisiones y actúan en la comunidad de fe son las personas con sus raciocinios y discerniendo en comunidad, guiados por el Espíritu Santo y teniendo como paradigma el evangelio de Jesús, no la IA.
Aunque considero que la IA es una muy buena herramienta en los diferentes sectores del conocimiento si es usada de forma adecuada para orientar algunos procesos, realizar investigaciones en las diversas ramas de las ciencias, elaborar diagnósticos, generar alternativas en la toma de decisiones, entre otras cosas.”
Son muchos los interrogantes que aún nos quedan sobre la mesa ya que este tema es bastante amplio, por tal razón, espere apreciado lector la segunda parte de este artículo, donde exploraremos en más detalle ¿ podría un robot ser una forma de ayuda a un pastor humano?