Por Adriana Celis
Seguro de que ninguna circunstancia sea buena o mala lo apartará del amor de Dios. Gozoso, sabe bien que su felicidad no depende de las circunstancias externas. Concentrado, en las cosas de arriba mientras pone sus pies en tierra firme. Juan Víctor Montes Consuegra se describe como una persona alegre, optimista y automotivado porque mira la vida con esperanza. Pues la felicidad depende de cada uno, no de las circunstancias externas, es algo que se construye día a día con la ayuda de Dios.
Su piel tiene el color del caribe colombiano
Juan tiene 65 años, goza de un humor exquisito que lleva en su sangre. Él refleja un amor intenso por la vida, se dibujan dos líneas en sus ojos cuando sonríe y el color de su piel morena irradia aún el calor del caribe colombiano.
Juan ha sido pastor por más de 47 años. Toda una vida dedicada al servicio. El amor a Dios y al prójimo como así mismo. Ha plantado y pastoreado varias iglesias menonitas en Latinoamérica y ahora en Estados Unidos, donde vive junto con su esposa. Una mujer a la cual ama con devoción como él mismo cuenta. De este bello amor, nacieron cinco hijos, nueve nietos y dos bisnietos. La vida para Juan ha sido buena sin lugar a dudas.
Una gran ciudad llamada Barranquilla
Juan recuerda los días de resolana – calor intenso- cuando era tan solo un muchacho de 17 años, en su natal Barranquilla Colombia: la ciudad feliz. Juan se refiere a esta ciudad con un cariño especial. “Salir a caminar por sus calles coloridas es uno de los planes más agradables y sencillos. Al mismo tiempo encontrarse con su gente y charlar con ella, dejarse envolver por la brisa barranquillera, esa mezcla de mar, viento y río son cosas que cuando uno está lejos de su país extraña mucho.”
Y no es para menos pues Barranquilla es conocida como la Arenosa, -una ciudad cosmopolita y metrópoli-. Se encuentra además dentro de las cinco ciudades más importantes de Colombia, sin contar que es la capital del departamento del Atlántico. Adicionalmente es la sede del carnaval de Barranquilla, una de las festividades culturales y folclóricas más importantes de Colombia. Por otro lado, es la ciudad natal de varias personalidades como la cantante y compositora Shakira, la reconocida actriz de la serie modern family, Sofía Vergara, la diseñadora de alta costura Silvia Tcherassi y muchos más.
No cabe duda que Barranquilla es una ciudad grande llena de progreso, cultura que atrae tanto a locales como a extranjeros. Del mismo modo como hay riqueza, existe la pobreza. Las necesidades son latentes y lejos de los grandes edificios y la pujante industria, hay personas que no cuentan con las tres comidas diarias.
Juan se refiere a esta situación no como una situación ajena, pues él más que nadie conoce las necesidades de las cuales viven las personas, ya que situaciones muy semejantes él experimentó cuando era solo un niño y vivía con su mamá y sus hermanitos.
“Había días muy difíciles, días donde llegar a tener las tres comidas diarias representaba toda una victoria, uno era tan feliz y tan agradecido con lo que tenía porque sencillamente sentarse a comer un plato de comida caliente con mi familia representaba todo para mi.”
Sus experiencias han marcado su camino
Sentado en la sala de su casa, ahora en Reedley, California le cuenta al equipo de MenoTicias cómo Dios usó las circunstancias más duras de su vida como cuando casi muere por un bus que lo impactó. La decepción que experimentó cuando llegó a los Estados Unidos, al observar que la realidad no era coherente con lo que él había visualizado. Aun en medio de los retos que se levantaron como grandes montañas, nos comenta Juan que Dios mostró su constante fidelidad hacia él y su familia.
Era solo un niño de ocho años -en una calurosa y húmeda mañana en Barranquilla-. Ese día estaba tranquilo sin muchos pendientes. Recuerda que su mamá le pidió el favor que fuera a la tienda a comprar unos víveres para el almuerzo.
Juan corría sin miedo. Todo pasó muy rápido “sólo sentí en aquel momento un profundo golpe que impactó mi pequeño cuerpo” afirma Juan. Un bus de servicio público que venía en la misma dirección en la que Juan corría, en cuestión de segundos, lo dejó tendido en la calle. “Perdí el conocimiento. Estuve muchos días en el hospital ya que sufrí muchos traumatismos y una hemorragia interna.”
Muchos días después de estar en el hospital internado, él escuchó una voz suave, serena que le decía: –tú vivirás y me servirás-.
Juan cree que fue la voz de Dios que en su infinito amor y misericordia lo sanó.
“No lo puedo comprender, pero Él tuvo compasión por mí; desde ese día, siendo muy niño decidí rendir mi ser a Dios y hacerlo mi salvador.”
Mi llamado -es ser pastor y amigo-
A los 17 años, decidió que quería ser pastor para servir a Dios y a la comunidad. Su meta: enseñar cómo vivir una vida plantado en Jesús y en su iglesia a través del discipulado. Desde Colombia, pasando por Caracas, Venezuela y en la actualidad en los Estados Unidos. Juan estudió en el Seminario Menonita Latinoamericano -Semilla-. “En Semilla recibí bases sólidas en el estudio de la teología Anabautista en donde el lema principal es el amor por las enseñanzas del señor Jesucristo desde un contexto no ajeno a la profunda injusticia social y económica que vive nuestra sociedad en especial la latinoamericana. Me gusta relacionarme con las personas conocer sus necesidades de primera mano y saber que ellos cuentan con un amigo, que los puede escuchar en tiempos de alegría como en tiempos de angustia.”
De vivir en una casa grande y cómoda a un cuarto de escuela dominical
Lo primero que experimentó cuando llegó a los Estados Unidos fue una gran desilusión. Fue como sentir que regaban sobre su cabeza agua muy fría. Llegó a este gran país con muchas expectativas para trabajar en la Iglesia Menonita en los Ángeles California. Antes de llegar acá a Norteamérica, él vivía junto con su familia en Caracas Venezuela, en un lugar bueno y agradable.
El choque cultural y emocional fue grande en especial cuando lo que le habían ofrecido a su llegada, fue solo una bella frase de cortesía. Ya que nada de lo ofrecido era realidad. Pasaron él y su familia de vivir en una casa grande y cómoda a un cuarto de escuela dominical que no podía suplir las necesidades básicas de una familia.
“Muchas noches le pregunté a Jesús, ¿por qué nos había traído de la calidez y la sencillez de Latinoamérica a este país donde estaba experimentado dolor y llanto? ¿Cuál era su propósito? Era un inmigrante más en la ciudad donde las estrellas brillan. Pero en ese momento las estrellas no brillaban para mí. Para ser honesto, nunca tuve una respuesta audible de parte de Dios, pero estoy seguro que Él escuchó mis oraciones y enjugó mis lágrimas. Me dio paz y valor para no rendirme y así avanzar aun en medio de las más grandes decepciones, dije: Dios no entiendo, pero ni loco me voy a rendir. Por ello creo que soy un hombre automotivado, cuando Satanás se burlaba de mi condición de inmigrante y una lengua que no dominaba, cuando no había amigos, o líderes que me motivaran yo mismo me predicaba el evangelio y su palabra me fortaleció.”
La vida de Juan, no se quedó paralizada por los retos que le tocó enfrentar. Un verbo clave para él fue -avanzar-. En todas sus batallas ha visto la mano de Dios. Juan nunca paró de aprender y decidió seguir estudiando inglés -a pesar de los múltiples peros- que encontró en el camino. Con satisfacción nos cuenta que terminó su Master en Teología de California University y su Doctorado en Ministerios pastorales en California State University, Long Beach.
“Cualquier cosa que uno quiera realizar en la vida, debe hacerlo con amor, disciplina y humildad sin nunca olvidar que Dios es quien nos ayudó a llegar a esa meta. Si yo me lleno de orgullo esto conducirá mi vida a la arrogancia.”
En la actualidad Juan pastorea una Iglesia Menonita en Reedley California junto con su esposa. Trabajan para reinventarse cada día y manejar las tecnologías y los recursos con los que cuentan a su favor. “Mi meta es que las personas conozcan al Dios salvador que es justo y lucha por las injusticias, en una iglesia intercultural más que en un multicultural.”