El Plan de Corinto inicia su tercer año de cobertura médica para pastores y obreros de la iglesia
(English)
Por Cindy Snider
Iglesia Menonita de EE. UU.—Las congregaciones que se reinscriban en otoño al Plan de Corinto quedarán incluidas en una historia de éxito que muchos líderes habían esperado y por la cual habían orado y trabajado cuando el plan de cobertura médica para pastores y obreros de la iglesia auspiciado por la Iglesia Menonita de EE. UU. se lanzó hace tres años.
“Los primeros tres años nos han dado una base firme. Las cosas marchan bien; estamos optimistas y el presente nos alienta. Hemos comenzado bien”, dice Keith Harder, director del plan que ahora representa a un 70 por ciento de las congregaciones de la Iglesia Menonita de EE. UU. cuyos empleados reúnen los requisitos para participar.
Luego de recibir un mandato de los delegados de 2007 de la Iglesia Menonita de EE. UU. para buscar una forma de ofrecerles una cobertura médica básica a todos los pastores, los líderes denominacionales empezaron a definir un plan que reflejara el llamado bíblico a la ayuda mutua y la equidad. El Plan de Corinto entró en pleno funcionamiento en 2010. Las cifras hablan en parte del éxito del plan: participan 450 congregaciones, 75 congregaciones han recibido asistencia a través del “Fair Balance Fund” (Fondo de equidad), y existen 25 nuevas iglesias con beneficios para sus fundadores y pastores.
A lo largo de los últimos tres años, las congregaciones que participan del programa han aportado más de $1 millón al Fair Balance Fund, con lo cual se ayuda a las congregaciones más pequeñas con los costos de cobertura para sus pastores.
Juanita Núñez, copastora junto con su esposo Eligio Núñez de la Iglesia Cristiana Ebenezer, en Apopka, Florida, y ex moderadora de la Iglesia Menonita Hispana (IMH), compartió de su gratitud hacia la iniciativa de la Iglesia Menonita de EE. UU. al poner el Plan de Corinto en acción.
“Junto con otros líderes hispanos estábamos orando por una solución para ellos y sus congregaciones, que no pueden pagar un seguro médico”, dice Juanita. “Es una gran tranquilidad pensar que si algo inesperado ocurriera, no tendríamos una carga financiera que representaría otro obstáculo a sortear. Alabado sea Dios, que a través del Plan de Corinto aún nos muestra su gran amor y cuida de nuestras vidas cada día.”
Nita Nikkel, presidente del grupo de trabajo sobre asuntos de inmigración de la Conferencia Western District, dice que el plan se relaciona con el tema de la inmigración. “Muchas de las iglesias plantadas por la Iglesia Menonita de EE. UU. están compuestas por inmigrantes que llegaron aquí recientemente”, dice. “El programa nos da la oportunidad de participar de la misión de Dios aquí mismo, en casa, al cuidar de nuestros pastores. Todos aprendemos a vivir como Jesús cuando las distintas partes de la iglesia ponen en práctica el dar y el recibir juntos en unidad”.
Las congregaciones que no se han anotado en el plan aún pueden participar, según cuenta Harder. “Todos aquellos que quieran recibir la cobertura deben someterse a un proceso de evaluación de sus riesgos médicos potenciales en relación con los costos posibles de la cobertura. Sin embargo, hasta el momento, a ninguno de los que se sometieron a la evaluación previa se les ha negado la cobertura.”
Según Harder, desde el inicio del plan, no ha habido aumentos en las primas de la cobertura para la asistencia médica en odontología, oftalmología y discapacidades de largo plazo. “Y los aumentos en las primas para la cobertura médica han estado por debajo de la media que se observa en el mercado de los seguros para la salud”, agrega.
Los líderes de las iglesias comentan que el Plan de Corinto es claramente anabautista debido a su énfasis en el cuidado mutuo.
“Nos alegramos al ver que el Plan de Corinto le ha permitido a nuestra iglesia ofrecerles cobertura de salud a los obreros de la iglesia que antes no tenían uno”, dice Richard Thomas, moderador de la Iglesia Menonita de EE. UU. “Mediante los principios bíblicos de ayuda mutua y solidaridad, hemos fortalecido a la familia de la iglesia y hemos potenciado nuestro testimonio al mundo. Nos inspira ver lo que podemos hacer cuando trabajamos juntos con una visión en común”.
James R. Martin, asesor congregacional para la Conferencia Menonita Lancaster, dice que el Plan de Corinto es un método eficaz de ayuda mutua para la asistencia médica que las congregaciones de su conferencia valoran muchísimo.
“Los beneficios que más aprecia la gente son la cobertura garantizada para los pastores y sus familias, la asistencia financiera del Fair Balance Fund que ayuda a las congregaciones más pequeñas a participar, y la bendición del ingreso para varios pastores que padecen discapacidades de largo plazo”.
La Junta de Beneficios que supervisa el Plan de Corinto autorizó recientemente nuevas iniciativas para el bienestar, incluyendo un proyecto para que los cónyuges de pastores que participan del plan puedan acceder a los incentivos para el bienestar en efectivo que ofrece el plan. También se encuentra disponible un programa de asesoramiento para la salud.
El Plan de Corinto, fundado por y propiedad de la Iglesia Menonita de EE. UU. y las congregaciones que en ella participan, también ofrece beneficios para el personal de la Junta Ejecutiva, la Red Menonita de Misión, Everence, y Escuelas y Campamentos Asociados (Associated Schools and Camps). Everence administra el plan, y los reclamos son abonados por Blue Cross Blue Shield.
Para mayor información acerca del Plan de Corinto, contácte a Keith Harder, director del programa, llamando al número telefónico gratuito 866-866-2872, ext. 34255, o escribiéndole a keithh@mennoniteusa.org.
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Traducción: Alex Naula, Zulma Prieto