Obtenga el documento “Prevención y repuesta: abuso sexual y los individuos no acreditados”.
(Iglesia Menonita de EE. UU.) —En la reunión conjunta de la junta ejecutiva y el Concilio de líderes constituyentes en abril, los miembros del Panel para la prevención del abuso sexual, Anna Groff, Nancy Kauffmann y Jenny Castro, presentaron los lineamientos según los cuales las congregaciones y organizaciones de la Iglesia Menonita de EE. UU. deberán responder en caso de que individuos no acreditados reciban acusaciones de violencia sexualizada. Regina Shands Stoltzfus, David Miller y Ross Erb también participan como miembros del panel. Dicho panel concluye su periodo de ejercicio de dos años en enero de 2018.
El panel creó un documento titulado “Prevención y repuesta: el abuso sexual y los individuos no acreditados”, cuya versión digital está disponible ahora en MennoniteUSA.org tanto en español como en inglés.
Castro comenzó la presentación conectando el comienzo del periodo de ejercicio del panel con el mismo mes en que se comunicó la noticia del arresto de Luke Hartman, ex vicepresidente de matriculación de Eastern Mennonite University, acusado de pago por prostitución. Esto llevó a un caso público y significativo de acusación creíble de abuso sexual a un líder no acreditado de la denominación.
“Para nosotros, es importante comenzar por el principio y cimentar nuestro trabajo en un contexto”, dijo Castro. “En 2016, invertimos mucho tiempo en responder a la crisis. Aprendimos tanto. Estamos comenzando a comprender la generalización de la violencia sexualizada dentro de nuestras congregaciones, instituciones y en nuestras comunidades”.
Los presentadores ofrecieron a nuestras congregaciones, conferencias e instituciones sus observaciones y recomendaciones para la prevención de la violencia sexualizada y presentaron los lineamientos a seguir para responder cuando se acusan a individuos no acreditados.
Groff enfatizó la importancia de designar apropiadamente el abuso.
“Tendemos a suavizar los incidentes, ya sea para nuestra propia comodidad o la de otros, llamándolos por ejemplo “aventura” o “amorío”, dijo. “Debemos utilizar la terminología apropiada para designar al abuso sexual”.
Kauffmann describió la necesidad de ser transparentes en el proceso de responder a la violencia sexualizada.
“A veces pensamos en la confidencialidad cuando en realidad estamos actuando desde la discreción o el secretismo”, dijo. “Tenemos que comprender la diferencia”.
Se les permitió tiempo a los grupos para conversar sobre las inquietudes en cuanto a la implementación y para clarificar las dudas, y los miembros del panel respondieron otras preguntas.
Kauffmann culminó la presentación con una comparación con los simulacros de incendio, como manera de enfatizar el valor de ser proactivos y de ofrecer una educación preventiva acerca de la violencia sexualizada.
“¿Cuál es el simulacro de incendio que tenemos que hacer en nuestras congregaciones, conferencias e instituciones para ayudar a construir el reino de Dios?, dijo Kauffmann.
El panel fue convocado por el gabinete del personal de la junta ejecutiva en conjunto con la Agencia Menonita de Educación como respuesta a la Declaración para toda la iglesia sobre abuso sexual, aprobada por la asamblea de delegados de la Iglesia Menonita de EE. UU: en la convención de 2015 en Kansas City.
“Nos comprometemos a decir la verdad sobre al abuso sexual; hacer que los abusadores rindan cuentas por sus actos; reconocer la gravedad de su pecado; escuchar con atención a aquellos que fueron lastimados; proteger a las personas vulnerables de ser lastimadas; trabajar por la justicia de manera restauradora; y confiar en que las heridas serán sanadas, el perdón podrá ser ofrecido, y las relaciones serán establecidas o reestablecidas en maneras saludables”, dice la resolución.
“En la Declaración para toda la iglesia sobre abuso sexual, nos comprometimos a proteger a los más vulnerables entre nosotros,” dijo Castro. “¿Cómo protegemos a los vulnerables? Nuestro objetivo es crear una nueva cultura que previene el abuso sexual”.