por Javier Márquez
Durante el miércoles de la primera semana de este mes se reunieron miembros del “Staff ” y la junta de apoyo de la Conferencia Menonita Mosaico con la pareja de líderes de la Comunidad Anabautista de Medellín. En esta reunión se establecieron dos cosas importantes: en primer lugar, se hizo oficial la unión de la Comunidad de Medellín a la Conferencia Mosaico a través de una figura que recibe el nombre oficial de “Partner in Ministry”, y que cuyo significado en la práctica es la cobertura ministerial que en adelante la Conferencia tendrá con este ministerio.
En segundo lugar, se dejó establecido un equipo de funcionamiento o “Junta de apoyo” que tendrá una vigencia primaria de dos años y cuyo objetivo es servir de acompañamiento. Las tareas específicas y las maneras prácticas para realizar este apoyo y acompañamiento serán materia de trabajo en los siguientes meses.
Pero bien, ¿quiénes son la Comunidad Anabautista de Medellín?
Como líderes, Carlos Sánchez y Nidia Montoya, comenzaron a sembrar las semillas de este bello proyecto aproximadamente tres años atrás en la ciudad de Medellín, Colombia. Sin estrategia, pero sí con método.
Visitando familias, casa a casa, visitando ancianos en su recta final y ayudándolos a ellos y a sus familiares durante los capítulos finales antes de la muerte; acompañando psicosocialmente jóvenes de las comunas -Nidia es psicóloga de profesión-, y llevando pan, chocolate y una reflexión bíblica, con los meses, lentamente, se fue estructurando una pequeña comunidad de personas que se conectaban virtualmente y se encontraban de tanto en tanto presencialmente con el propósito simple de cuidar unos de otros y cuyo hilo era el empeño de Carlos Sánchez y Nidia Montoya en no dejar de visitar a estas personas.
Por eso la Comunidad Anabautista de Medellín no fue un proyecto que dé cuenta de estrategias, debido a que el testimonio de su final consolidación fue una misión orgánica basada en el servicio y, esto último, el servicio, fue el método principal para que luego de todo este tiempo, exista hoy una Comunidad Anabautista de Medellín.
Otra de las caras de la comunidad es la voz profética de paz en su territorio. Sin dejarlo como materia aparte, Carlos Sánchez (Teólogo y Magíster en paz) y Nidia Montoya, también han promovido, consolidado y participado, en nombre de la iglesia Menonita, en procesos de reconciliación entre actores herederos de una gran variedad de violencias que tristemente durante la historia se han gestado en Colombia.
Y esto no es un dato “paralelo”. Es de viva voz de esta pareja pastoral siempre recordar que la labor eclesial de la Comunidad Anabautista de Medellín se desarrolla tanto en las casas donde comparten el pan y la palabra, como en la sociedad, recordando siempre el llamado de paz, no violencia y reconciliación de Jesús.
Con mucho más por contar sobre esta comunidad, asuntos para los que más adelante contaremos con el espacio y la oportunidad para dedicarnos debidamente, el tema hoy es que, luego de poco más de un año de conversaciones, la Conferencia Mosaico le abre felizmente las puertas a la Comunidad Anabautista de Medellín.
Para seguir en este proceso, lo siguiente que sucederá es una visita de delegados de la Conferencia a Medellín para conocer mejor a la iglesia, la fecha ya se organizó y la visita será un hecho a mitades del mes de abril del presente año.
No sobra decir que esta es la primera vez que la Conferencia Mosaico estrecha sus manos de esta manera con una comunidad Colombiana. Por eso la noticia pasa a la categoría de los acontecimientos históricos.
Por parte de este autor, me queda también comentar la gran alegría que este suceso me inspira. Conociendo cercanamente juntos mundos, sé que la Conferencia será bendecida con la Comunidad Anabautista de Medellín y del mismo modo la Comunidad con la Conferencia. Se resaltan su mutua identificación con la teología Anabautista y su esfuerzo paralelo por llevar un mensaje de paz y reconciliación acorde a sus respectivas realidades.
Solo queda desearles lo mejor y alegrarnos con la noticia.
Por último, dos mensajes que pedí tanto a Carlos como a Nidia -perdonaran el tono compinchero- para esta publicación:
«Es muy significativo ser parte de Mosaico, ampliamos los sueños, los caminos, las oraciones, el amor y sobre todo nos apoyamos, y llevamos el Reino a otros lugares» pastor Carlos Sánchez.
«Hacer parte de la Conferencia Mosaico es una gran alegría, me hace sentir parte de una gran comunidad donde el encuentro entre creyentes diversos refuerza la fe y el caminar en las huellas de Jesús… ¡Un gran compromiso!», pastora Nidia Montoya.