Por José́ Toledo Bloomington, IN Facilitador, Programa Bienvenido
En el argot cristiano la palabra evangelio tiene que ver con el mensaje de las buenas nuevas. Cabe decir que la práctica de dar buenas nuevas (noticias) no fue propiedad de las primeras comunidades cristianas. Ya el imperio romano tenia su evangelio (evangelium) y este era la voz del César cuando entregaba buenas nuevas a su pueblo y colonias. Tanto su raíz etimológica – de la palabra evangelio – en griego εὐαγγέλιον (mensaje de bien), así́ como en hebreo בשורה (noticia) nos referirán el sentido positivo de la noticia o mensaje que se entrega a un individuo o colectivo. Así́, que no nos preocupemos si pensamos que al decir a un(a) amigo(a): “tenemos la esperanza que todas nuestras debilidades del presente se convertirán en nuestras fortalezas del mañana…” estamos evangelizando desde la convicción que la esperanza es poder de transformación.
Alcanzar un café́ y abrigo a quien sufre frio; una atenta escucha al desesperado; un abrazo al que duerme en prisión o una palabra de bienvenida a nuestros amigos y amigas de Bienvenido, será́ como expandir un granito de “buena nueva” en un mundo sediento de solidaridad y esperanza. Esa es la primera impresión de mi encuentro con Bienvenido, una “buena nueva”. La cual empieza a ser sembrada en mi historia, como tantas otras semillas de amor, justicia y humanidad que la vida nos regala cotidianamente.
Y, así́ es y sigue siendo nuestra experiencia facilitando las nueve “semillas de esperanza” que nos provee el Programa Bienvenido. Semillas que en un primer momento encuentran espacio de crecimiento en nuestra experiencia como facilitadores(as)-seres humanos. Cada lección estudiada, reflexionada y facilitada no deja de ser aquel primer encuentro que posteriormente se traducirá́ en aquel esperado segundo encuentro con los(as) participantes; el primer encuentro es en nosotros(as) mismos(as). Bienvenido, es “buena noticia” en un primer momento para el/la facilitador(a) y luego para el/la participante. No entiendo Bienvenido como una serie de “bonitas y rimbombantes teorías”, sino como nueve pasos de esperanzadora y consciente transformación individual y colectiva.
Nuestro primer participante (33) fue recomendado por la Corte. Su infracción fue conducir en estado de ebriedad. La pena, dos meses de prisión y un pago de más de US$ 6000.00 que hoy piensa recuperar vida judicial. A punto de perder trabajo y familia llegó a Bienvenido. Al día de hoy fue ascendido en su trabajo y sus jefes sorprendidos le preguntan “¿ya no te vemos tomar tu cervecita?” él responde: “pues… estoy cambiado, me están ayudando…” El participante se ha convertido en un ferviente difusor de Bienvenido entre sus colegas de trabajo y amistades. Reconoce que no todos quieren decidir por el cambio de actitud, pero no pierde la esperanza que sus amigos puedan algún día llevar el programa.
Gratamente nos sorprendió́ ver que su esposa e hija de 6 meses lo acompañaron en un par de encuentros. En ese contexto, vimos con que ternura y respeto su esposa lo ayudaba a leer y escribir las lecciones del Programa. El participante no pudo concluir con sus estudios primarios siendo muy difícil que pueda realizar una lectura y escritura fluida; quedó huérfano a los 6 años.
Por ultimo, su esposa-compañera muy contenta nos dijo: “las tareas las hacemos en casa juntos cuando llega del trabajo…” En aquel momento esta fue la “buena nueva” que aquella familia nos regaló: el compartir como punto de encuentro y esperanza compartida.
El Programa Bienvenido es un programa que busca mejorar la salud emocional y aumentar la calidad de vida y sentido de pertenencia de los inmigrantes. Si interesa aprender más sobre el programa comuníquese con el Dr. Gilberto Pérez Jr., para más información al 574-675-1112 o escriba a bvdonetwork@gmail.com.