Por Adriana Celis
Aquella tarde de un cielo azul y soleado. La primavera había llegado tímidamente tan solo unos días atrás. Mientras Quinn Brenneke se ejercitaba, por los alrededores del lugar donde reside, sentía como al correr el viento impetuoso, despejaba sus pensamientos.
Por aquellos días, aún se sentía algunos vestigios del largo invierno que iba llegando a su fin. Para Quinn, siempre fue agradable ver el sol salir después de una larga temporada invernal que había cubierto casi por completo de nieve, la ciudad de Elkhart, Indiana. Le emocionaba saber que dentro de poco, los capullos de las flores se abrirían nuevamente llenando de color todos los jardines y los pájaros cantarían alegremente sus melodías, y el verano pronto llegaría.
Para apaciguar un poco el frio, Quinn se dirigió hacia una cafetería local ubicada en Elkhart llamada The Electric Brew, para degustar una tasa de café negro, fuerte y sin azúcar, como a él le gusta, también para compartir vía telefónica una entrevista con el equipo de MenoTicias. La entrevista se tornó en una conversación cálida y amena cuando Quinn, nos habló sobre sus experiencias de vida como los momentos que vivió en la frontera entre Estados Unidos y México, donde trabajó con comunidades mexicanas; adicionalmente nos comentó sobre la Maestría en Divinidades que recientemente culminó. Y por último y no menos importante, su rol como pastor en una comunidad anglosajona.
Inicios y pasión por otras culturas
Quinn, es de tez blanca, su pelo es rubio del color de la arena y sus ojos son verdes como el campo al amanecer. Su mirada refleja serenidad; es amable y fuerte al mismo tiempo, extrovertido y discreto, compasivo y sencillo. Es norteamericano, nació en Fort Wayne, Indiana, tiene 29 años. Proviene de una familia luterana de origen alemán de corte conservador. Cuando era pequeño sentía que se encontraba entre dos mundos como si estos fueran paralelos, por el divorcio de sus padres. Él, carismático como es, aunque nació en una comunidad dominada por personas de raza blanca, confiesa sentir un profundo cariño por las personas y otras culturas diferentes a la suya, sin realizar excepciones de ningún tipo. Sobre su pueblo natal nos cuenta que guarda gratos recuerdos, describe a las personas de allí y en general de Indiana como gente buena, trabajadora aferrada aún a las tradiciones norteamericanas, pero en particular ellos son bondadosos y gentiles, de una amabilidad que extraña a primera vista, al visitante.
El español, la lengua de Miguel de Cervantes
Domina perfectamente el español. Quinn, hace bromas con un humor sutil e irónico y un suave acento mexicano. Cuando nos referimos a dominar un lenguaje, queremos decir que él no solamente conoce las palabras correctas del idioma, sino que es capaz de crear su propia voz dándola a conocer mediante sus palabras que se ven reflejadas en sus acciones.
Cuando Quinn era un adolecente, su padre le recomendó que estudiara español como segunda lengua porque con este idioma tendría más oportunidades. Sin dudarlo, él inició este viaje por el conocimiento de la lengua de Cervantes. Nos comenta Quinn que al principio fue difícil y más para una persona que nunca había tenido un acercamiento con este idioma, pues él es el único de su familia sanguínea que habla español. Comenta:“…Con el paso del tiempo uno empieza a progresar, las palabras dejan de ser meramente un ruido y ellas se transforman, es decir pasan de ser un mero eco para tener sentido, y ahí en ese momento te das cuentas sin saberlo que estás aprendiendo un nuevo y fascinante lenguaje.”
Brenneke, reconoce que al sumergirse en el viaje del conocimiento del español no depende, únicamente de su esfuerzo (sus propias habilidades), pues fueron muchas las personas que contribuyeron en su progreso como por ejemplo su profesor de español del High School, quien lo retaba a ser mejor. Por otro lado, los amigos que conoció cuando viajó a Perú por tres meses, donde con expresiones típicas del día a día, lo hacían sumergirse en la cultura y así lo llevaban no sólo a memorizar palabras sino a pensarlas y usarlas en su diario vivir.
En el mismo sentido, otras personas que lo inspiraron profundamente fueron aquellas que conoció en el sur de Texas, donde vivió otra temporada. Afirma: “Todas estas personas no solamente me ayudaron a formar en mí una representación visual del idioma, sino que cada palabra y expresión tenían un latente significado que dejó una huella en mí.”
Universidad y Maestría en Divinidades
Pero en este encuentro telefónico no solamente se habló del español como segunda lengua, sino también de los proyectos humanitarios en los cuales Quinn ha tenido la oportunidad de participar. Así pues, su preparación en la universidad y las experiencias de vida que han forjado en él el carácter que lo ha llevado a donde está e igualmente cómo llegó a la fe Anabautista. Estudio en Goshen College, Comunicación y Estudios Interdisciplinarios, y recientemente culminó su maestría en Divinidades en el Seminario Bíblico Anabautista -AMBS– en Elkhart Indiana.
Encuentro de fe y vida Anabautista
Dice el poeta italiano Cesare Pavese -no recordamos días, recordamos momentos- y sí que estas palabras son una realidad en la vida de Quinn. Cuando él llegó a estudiar por primera vez a la Goshen College, tuvo un encuentro con la fe Anabautista, en el cual tuvo la oportunidad de experimentar la vida en comunidad. Las comunidades menonitas son todas muy diferentes lo cual las convierte en únicas y diversas. Quinn encontró una verdadera comunidad cuando empezó su caminar con Dios plantado en la doctrina Anabautista. Los conceptos de paz y justicia básicamente lo cautivaron hasta tal punto, de alzar la voz por los que no tiene voz.
México lindo y querido
Más allá del odio racial y el amarillismo de algunos medios de comunicación en México sí existe gente buena, honesta y muy trabajadora; aparte sus paisajes y cultura son un referente fuerte en la poesía, la arquitectura, el arte, la literatura, la fotografía, el cine y como parte de Latinoamérica. Como dice la letra de la obra musical –México lindo y querido– por su autor y compositor Chucho Monge: “Yo le canto a tus volcanes, a tus praderas y flores que son como talismanes del amor de mis amores. México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí.”
Luego de realizar sus estudios en Goshen College y tener varias experiencias de vida con el lenguaje español, Quinn trabajó en una escuela pública en San Benito, Texas, enseñando inglés. Este lugar es parte del paso fronterizo entre Estados Unidos y México, pareciera que allí existieran dos realidades pues las personas comparten la cultura norteamericana pero también la mexicana y ello se ve reflejado en la comida, el lenguaje y el cruce constante entre los Estados Unidos a Tamaulipas, Matamoros, México.
Encuentro con la Iglesia Buenas Nuevas
Este nuevo empleo llevó a Quinn a indagar sobre una iglesia menonita donde congregarse así que después de mucho buscar encontró la Iglesia Buenas Nuevas en San Juan, Texas. En esta congregación se sintió en comunidad, un lugar llamado hogar, fue allí donde se plantó y creció. Desde que llegó a esta iglesia sintió cómo el amor y la calidez de las personas que lo rodeaban lo transformaba, creando en Quinn un corazón lleno de amor hacia Dios y las personas, porque somos mejores en comunidad, no viviendo solos. En la frontera Quinn fue testigo de cómo la gente dependía de Dios, en todo sentido, desde lo financiero hasta lo espiritual y cómo se ayudaban los unos a los otros. “…Y es que el amor no puede existir en aislamiento, sino más bien éste reconoce la existencia de los demás.” Bishop Kallistos Ware.
Asegura Quinn que Dios lo colocó en este lugar, como una auténtica familia, las tardes en San Juan eran cálidas y los atardeceres parecían un lienzo de múltiples colores con tonalidades suaves como si hubieran sido pintadas por la mano de Dios. No solo aprendió de Él como un Dios protector y redentor sino como un padre proveedor. También tuvo la fortuna de cruzar caminos con el pastor Ulises Arenas-Goossen, pastor de la iglesia de San Juan, quien fue un amigo, un hermano, un mentor-su pastor-. Dice con gratitud: “Ulises vio potencial en mí, hasta el día de hoy seguimos en contacto y le estaré eternamente agradecido por todo lo que me enseñó y apoyó.”
Vida en Chiapas
La vida de Quinn no se ha quedado estática. Él como un verdadero misionero ha estado en constante movimiento. Después de su vida en la frontera decidió emprender un nuevo viaje esta vez con el programa: Asistente Migratorio con el Comité Central Menonita en el Estado de Chiapas, México. Básicamente trabajaba con la enseñanza de inglés a adolescentes en un colegio, también enseñando sobre los derechos que tienen los niños y las niñas, y sobre el valor de las lenguas de las comunidades indígenas en esta linda y colorida ciudad mexicana.
Quinn con alegría en su voz comenta: “Es un lugar fascinante, desde su gastronomía donde puedes ver Elotes que preparan en las calles, quesadillas hechas por las manos de las personas donde me hospedaba y tenían ese ingrediente secreto básicamente eran creados con mucho amor y eso hacía la diferencia, las casas típicas y coloridas que cuentan historias, el olor a madera, a especies a chili picante, eso que, aunque lo lees en los libros de historia cuando lo vives lo sientes.”
Pastor en Prairie Street Mennonite Church
Desde marzo de 2020, antes de que la vida nos cambiará por la llegada del Covid-19, Quinn fue nombrado como pastor de la iglesia Prairie Street Mennonite Church, Elkhart, Indiana. Esta congregación hace parte de la Conferencia Menonita de Indiana-Michigan y también forma parte de la iglesia Menonita USA.
Esta comunidad de fe nos cuenta Quinn, es un lugar dinámico, alegre y abierta a las personas. Independientemente de que sea una comunidad conformada por personas americanas, ellas son receptivas a aceptar también otras culturas como la cultura latina. Existe un grupo de aproximadamente 15 personas hispanas que hacen parte de la iglesia.
No es de extrañarse entonces que el pastor Quinn, dinámico y espontáneo como es, predique en el idioma de Cervantes. Y es que Dios, no se limita a un idioma, Él quien es tan grande e inmensurable, al mismo tiempo es muy alcanzable, sabe cómo traspasar fronteras culturales que la misma sociedad ha creado.
Quinn finaliza la entrevista diciendo: “Esta es una forma como la iglesia anglosajona empieza a crear una narrativa diferente, diferente de como fue enseñada, establecida en el sentido de que es más abierta a comunidades de diferente color y cultura teniendo como base los principios establecidos en Santiago 3:18: “… el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz” -NVI-